Por: Oscar A. Viramontes Olivas

violioscar@gmail.com

Hoy escribo con la voz quebrada y la memoria a flor de piel, porque se ha ido un hombre que para muchos de nosotros fue más que un alcalde, más que un funcionario; se fue don Mario De la Torre Hernández; su partida, anunciada el viernes 28 de noviembre de 2025 y aún sin razones públicas que la expliquen, me deja una sensación de desgarro, parecido al que se siente cuando se apaga una luz familiar en plena noche. He decidido sentarme a recordar, con la intimidad que dan los años compartidos en la ciudad, aquello que hizo de don Mario, un hombre entrañable, su calidad humana, la entrega a su familia, sus charlas interminables en el café “El Degá” y ese amor obstinado por Chihuahua que no conoció termómetros políticos.

Nacido en el Ejido

See Full Page