En un nuevo movimiento de presión contra el régimen de Nicolás Maduro, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que el espacio aéreo sobre Venezuela está completamente cerrado. En un mensaje publicado en su red Truth Social, Trump instó a aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas a considerar esta advertencia sin ofrecer más detalles. Esta medida se enmarca en un aumento de la presión militar estadounidense en la región, que incluye el despliegue del portaaviones más grande del mundo en el Caribe.

Desde principios de septiembre, la administración Trump ha intensificado sus esfuerzos para frenar el narcotráfico proveniente de Venezuela. Según el presidente, el objetivo es detener el tráfico de drogas, aunque muchos analistas creen que también busca desestabilizar el gobierno de Maduro. La advertencia de Trump ha sido calificada por el gobierno venezolano como una "amenaza colonialista" y una "agresión ilegal" contra su pueblo.

Las tensiones en la región han aumentado debido a este despliegue militar, que incluye buques de guerra y tropas de élite. Washington ha justificado sus acciones afirmando que ha atacado más de veinte embarcaciones venezolanas involucradas en el narcotráfico, resultando en la muerte de al menos 83 narcotraficantes. Trump también afirmó que se ha logrado detener más del 80% del tráfico de drogas por mar y que las operaciones para frenar el narcotráfico por tierra comenzarán pronto.

La actividad militar estadounidense ha llevado a importantes interrupciones en los vuelos hacia y desde Venezuela. La semana pasada, las autoridades de aviación de EE.UU. advirtieron a las aerolíneas civiles sobre la situación de seguridad, lo que llevó a seis aerolíneas a suspender sus vuelos. En respuesta, Maduro prohibió a estas compañías operar en el país, acusándolas de unirse a las acciones de terrorismo de Estado promovidas por EE.UU.

Maduro, cuya reelección fue considerada fraudulenta por la comunidad internacional, ha reaccionado organizando ejercicios militares y movilizando tropas. Además, se ha reforzado la seguridad en las fronteras y se han convocado milicias para mostrar fuerza ante la ofensiva estadounidense.

Recientemente, se informó que Trump y Maduro mantuvieron una conversación telefónica en la que discutieron una posible reunión en EE.UU. Sin embargo, la situación se complica con el cierre del espacio aéreo y el despliegue militar en el Caribe, que incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford y aviones F-35, lo que podría facilitar ataques de precisión contra objetivos en Venezuela.

El Pentágono está considerando diversas opciones militares, enfocándose en la presión asimétrica y la desestabilización interna, evitando una invasión a gran escala. Se han analizado ataques selectivos contra bases aéreas y navales clave, así como operaciones encubiertas para exacerbar divisiones dentro del chavismo y las Fuerzas Armadas, con el objetivo de precipitar un cambio de régimen desde adentro. Los objetivos incluyen la inhabilitación de bases estratégicas y el complejo militar Fuerte Tiuna en Caracas, sede del Ministerio de Defensa.