Si todo marcha de acuerdo con el plan de Javier Milei, Luis Caputo y el Fondo Monetario Internacional, y las finanzas de la Argentina no vuelven a convulsionarse en los próximos meses, la administración de Martín Llaryora tendrá para aprovechar la ventana financiera que se está abriendo con el fuerte retroceso del riesgo país.

La urgencia es doble. Por un lado, adelantarse a un potencial cierre de los mercados para la Argentina (siempre está esa posibilidad en este país). Por otro, porque vienen años con fuertes vencimientos, tanto en dólares como en pesos, y si la recaudación sigue estancada –como en 2025–, las cuentas van a comenzar a tensionarse.

Además, el 2026 es el año de campaña para el Panal, y es clave encender un plan de obras de mayor volumen que el actual.

De ahora hasta fin

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