La primera luz del día apenas se abría paso cuando, frente a la Oficina del Gobernador de Brikama, cientos de estudiantes esperaban en silencio contenido, entre nervios y esperanza, el instante que marcaría un antes y un después en sus vidas. La campaña «Pedaleando hacia el futuro: bicicletas que cambian vidas» volvía a demostrar que la solidaridad, cuando se organiza con rigor y corazón, puede transformar por completo la realidad educativa en África Occidental.
Para estos jóvenes —que recorren a pie más de 10 kilómetros diarios para poder asistir a clase— una bicicleta es mucho más que un medio de transporte: es seguridad, dignidad, tiempo para estudiar y una oportunidad real de futuro.
«No pude dormir de los nervios. Ya no tendré que caminar más al colegio», confesó un niño de 8 años q

Canarias 7 Economía

Mediaite
The Boston Globe Crime
AlterNet
Raw Story
Oh No They Didn't