Jose Etchart los avistó desde un helicóptero en una mañana templada de octubre: un grupo de unas 30 ovejas cimarronas del desierto escalando las Montañas Franklin en El Paso, justo al norte de Smugglers Pass. La característica rabadilla blanca de las ovejas, dividida por una cola marrón oscura, captó su atención.

Pequeños corderos de menos de un año de edad trepaban con el rebaño por el terreno rocoso, distinguidos por sus cuernos cortos y la falta de collares GPS. Son los primeros de su tipo en nacer en El Paso en mucho, mucho tiempo, dijo Etchart con orgullo.

Etchart trabaja como biólogo senior de vida silvestre para el Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas supervisando los esfuerzos de conservación de la especie. Los avistamientos de corderos son noticias alentadoras para

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