Ni el abultadísimo triunfo de España frente a Georgia (90-61 a una selección que se había impuesto al combinado de Scariolo unos meses antes en el Eurobasket) fue suficiente para que Chus Mateo se marchara feliz a la cama. Ni siquiera tras haber concluido su primera ventana como seleccionador con dos triunfos y la sensación de que hay motivos para la ilusión. La alegría era imposible porque la preocupación por el estado físico de Great Osobor se imponía en intensidad. “No puedo decir nada, pero no pinta bien. Pinta mal”, lamentó desolado el técnico en su primera reflexión en sala de prensa.
En la mañana de este lunes, lamentablemente, la Federación Española de Baloncesto confirmó en un comunicado médico que lo del interior nacido en Tudela era bastante más que un susto. Concretame

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