El primer ministro Mark Carney declaró que el proceso de integración profunda con Estados Unidos —que durante décadas definió la prosperidad y estabilidad de ambos países— “ha llegado a su fin”.
La afirmación marca un punto de quiebre en una relación bilateral que por generaciones fue considerada indestructible.
Carney, quien antes fue gobernador del Banco de Inglaterra, señaló que las fortalezas construidas durante años de alianza económica con Washington hoy se han convertido en vulnerabilidades.
Según el mandatario, la confianza quedó rota tras los aranceles erráticos y el comportamiento impredecible de Donald Trump, lo que dejó claro que Canadá no puede seguir dependiendo de un solo mercado.
Tenemos que reposicionarnos estratégicamente”, afirmó Carney, al subrayar que el país debe

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