Durante los últimos días el nombre del jefe del Comando de Operaciones Especiales de EE.UU., almirante Frank M. Bradley, se ha posicionado al centro del debate político, militar y de derechos humanos, tanto dentro de su país como en el extranjero, en medio de las amenazas y agresiones vinculadas a la política de máxima presión del Gobierno de Donald Trump contra Venezuela
Este almirante de la Armada de EE.UU., que hasta hace poco estuvo a cargo del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de su país (10 de agosto de 2022-26 de septiembre de 2025), hasta que fue designado comandante de Operaciones Especiales el pasado 3 de octubre, es —de acuerdo con el Pentágono— el responsable de un bombardeo contra sobrevivientes de un primer ataque con misiles en el Caribe contra una embarcación que según Washington estaba vinculada al narcotráfico.
El lunes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, informó que "el almirante Bradley" había actuado " correctamente dentro de su autoridad y de la ley al dirigir la acción para asegurar que la embarcación fuera destruida y que la amenaza para los EE.UU. de América fuera eliminada" . El controvertido ataque en cuestión fue ejecutado el pasado 2 de septiembre.
La vocera, que defendió el accionar bélico del Comando Sur , también aseguró que el mencionado bombardeo se ejecutó en "legítima defensa para proteger a los estadounidenses y los intereses vitales de EE.UU. ". Además, resaltó que estas acciones fueron realizadas "en aguas internacionales y de acuerdo con el derecho de los conflictos armados", porque la Administración de Trump había "designado a estos narcoterroristas como organizaciones terroristas extranjeras".
A esta línea se sumó este martes el Departamento de Guerra de EE.UU., que defendió sus múltiples ataques militares en el Caribe que hasta la fecha han afectado a 21 embarcaciones , calificadas como supuestas ' narcolanchas ', con un saldo mortal de 82 personas fallecidas , todas tildadas sin pruebas como 'narcoterroristas' y vinculadas al contexto de las agresiones contra Venezuela.
La secretaria de prensa del Pentágono, Kingsley Wilson, en una conferencia con medios, dijo que "como confirmó ayer la Casa Blanca, la decisión de volver a atacar el buque narcoterrorista fue tomada por el almirante [Frank] Bradley, operando bajo una autoridad clara y de larga data para garantizar la destrucción del barco y la eliminación de la amenaza para EE.UU. ". La vocera además expresó que Bradley "tomó la decisión correcta" y que era respaldada "al 100 %" por Hegseth, quien se jacta públicamente de las operaciones bélicas, señaladas como crímenes de guerra y ejecuciones extrajudiciales por Venezuela y otros países como Cuba , Colombia , Nicaragua , además de expertos de la ONU.

¿Quién fue responsable del ataque?
De acuerdo con lo señalado por Wilson, Bradley fue quien dio la orden directa de matar a los sobrevivientes. Sin embargo, ni Trump ni Hegseth han sido capaces de asumir o hablar con total claridad sobre el incidente . El mandatario estadounidense dijo en un principio que no sabía que había pasado en ese segundo bombardeo que mató a los sobrevivientes.
"Número 1, no sé si eso pasó", dijo Trump a la prensa a bordo del Air Force One el domingo cuando se le preguntó si un hipotético segundo ataque sería ilegal. Además señaló que Hegseth "ni siquiera sabía de qué estaba hablando la gente", en referencia al tema, por lo que afirmó que lo iban a investigar.
"El primer ataque fue muy letal, estuvo bien, y si había dos personas alrededor. Pero [Hegseth] dijo que eso no sucedió. Tengo gran confianza en él", dijo Trump, quien luego señaló que el propio "Pete" le dijo que no había ordenado "la muerte de esos dos hombres" .
Luego que la Casa Blanca reconociera el polémico segundo ataque en los que mueren los sobrevivientes, Hegseth defendió al almirante Bradley en una publicación en redes sociales a última hora del lunes.
"Dejemos una cosa muy clara: el almirante Mitch Bradley es un héroe estadounidense , un verdadero profesional y cuenta con mi apoyo al 100%", escribió en la plataforma social X.
" Lo respaldo a él y las decisiones de combate que ha tomado, en la misión del 2 de septiembre y en todas las demás desde entonces. EE.UU. es afortunado de tener hombres así protegiéndonos. Cuando este [Departamento de Guerra] dice que apoyamos a nuestros guerreros, lo decimos en serio", añadió Hegseth al responsabilizar de la acción a Bradley.
Un 'Seal' de carrera
De acuerdo con la Marina de Guerra , Bradley es un 'Seal' de carrera, es decir, un miembro de la unidad élite de operaciones especiales de la Armada de EE.UU. , que está entrenado para operar en mar, aire y tierra, con el objetivo de realizar misiones de alta prioridad, a menudo secretas, como infiltración, rescate, contraterrorismo y reconocimiento, utilizando habilidades especializadas en demolición submarina, combate cuerpo a cuerpo y otras tácticas.
Bradley es originario de Eldorado, Texas, está casado y tiene cuatro hijos . Se graduó en 1991 de la Academia Naval donde estudió física y fue gimnasta universitario. Comenzó su carrera tras completar la clase 179 de la escuela de Demolición Subacuática Básica en 1992.
Desde entonces ha comandado todos los niveles de operaciones especiales , entre ellos, el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, el Comando Central de Operaciones Especiales y el Grupo de Desarrollo de Guerra Especial Naval.

También ha estado en múltiples giras al mando de fuerzas de tarea conjuntas y fue uno de los primeros en desplegarse en Afganistán después de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Ha servido con el Equipo Seal Cuatro, el Equipo Seal Delivery Vehicle Dos y los Incursori italianos (Seal italianos) como oficial de intercambio internacional.
Bradley también tiene una Maestría en Física en la Escuela Naval de Posgrado de Monterey, California, donde obtuvo una patente provisional por su investigación en 2006. Sus funciones en el Estado Mayor incluyen el servicio como subcomandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales.
También fue jefe de la División de Operaciones Técnicas J-3 y Subdirector J-3; subdirector de Operaciones Globales del Estado Mayor Conjunto J-3; oficial ejecutivo del jefe del Estado Mayor Conjunto, General Joseph F. Dunford, Jr.; y subdirector de Estrategia CT del Estado Mayor Conjunto J-5.
Preocupación en el Congreso de EE.UU.
Las muertes en el Caribe también han causado preocupación en algunos sectores del Congreso de EE.UU. Por ello, tanto la Cámara de Representantes como el Senado iniciaron investigaciones sobre los dos ataques contra una misma embarcación, donde supuestamente se traficaba drogas, recoge NBC.
Según información obtenida por The Washington Post, el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, habría ordenado "matarlos a todos" en el primer ataque contra una supuesta "narcolancha" en el mar Caribe, ocurrido el 2 de septiembre.
Tras el primer bombardeo, apunta el citado medio, los comandantes a cargo de la operación observaron cómo dos supervivientes se aferraban a la pequeña embarcación, por lo que el jefe de Operaciones Especiales que supervisó la ofensiva ordenó realizar un segundo ataque para cumplir con las instrucciones de Hegseth.

Claves de la agresión de EE.UU.
- Despliegue militar: desde agosto pasado, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación 'Lanza del Sur' , con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos.
- Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes, con un saldo de más de 70 personas muertas y sin evidencia de que realmente traficaran con estupefacientes.
- Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado sin pruebas a Maduro de liderar un cártel de narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
- Postura venezolana: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela.
- Falta de sustento: organismos como la ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia EE.UU., ya que más de 80 % de las drogas que circulan en la región, lo hacen a través de la ruta del Pacífico.
- Condena internacional: Rusia , el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los Gobiernos de Colombia , México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.

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