¿Quién financia realmente la política? La democracia está bajo tutela de quienes emiten y controlan el dinero. Lo que el votante ignora.

Por Lux Fer

En las democracias contemporáneas repetimos un dogma reconfortante: el pueblo decide. Sin embargo, antes de que un candidato aparezca en una pantalla proclamando libertad, justicia o progreso, ya ha firmado compromisos con quienes harán posible su ascenso. La voluntad popular no flota en el aire: necesita financiación. Y quien financia no lo hace por simpatía ideológica, sino por cálculo.

Cada promesa pública tiene detrás un patrocinador privado. Las corporaciones no entregan dinero “a cambio de nada”; compran acceso, favores futuros, protección regulatoria. Así, el político moderno no es un líder, es un gestor: administra intereses ajenos

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