Una buena noche de sueño no se trata solo de la cantidad de horas que duermes. Dormir bien —el que te deja con energía y listo para el día— es fundamental para un cerebro sano.

Las personas con trastornos del sueño, como insomnio o apnea del sueño, tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia que quienes no tienen problemas de sueño. Dormir mal también puede dañar el cerebro de otras maneras. Un estudio reveló que las personas de entre 30 y 40 años con trastornos del sueño graves (como despertares o movimientos frecuentes) tenían entre dos y tres veces más probabilidades de presentar resultados más bajos en las pruebas de función ejecutiva, memoria de trabajo y velocidad de procesamiento aproximadamente una década después.

Los científicos creen que el sueño profundo y el sueño REM (sue

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