Buenos Aires, 2 diciembre (NA) -- La pregunta sobre si Lionel Messi jugará su último Mundial en 2026 aparece cada vez que el capitán argentino ofrece una pista, un matiz o una reflexión sobre su futuro.
Y es lógico: se trata del futbolista que redefinió la historia de la Selección argentina, del jugador que cambió las expectativas de un país entero y del único capaz de generar debate incluso cuando prefiere la cautela.
Hay un punto central en su discurso reciente: él quiere jugar, pero no a cualquier precio. Lo condiciona su estado físico, su competitividad y, sobre todo, una idea que repite con sinceridad desarmante: no quiere ser una carga, según se informó con anterioridad en Agencia Noticias Argentinas.
Nadie podría imaginar a Messi como un estorbo dentro de un equipo, pero su propi

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