Cuando un perro se acerca moviendo la cola y deja a los pies de su tutor su juguete más querido, la reacción automática suele ser tomarlo y empezar a jugar. Sin embargo, detrás de este gesto cotidiano se esconde una carga emocional mucho más compleja que va más allá del entretenimiento. Según especialistas en comportamiento canino, esta conducta está profundamente relacionada con el vínculo afectivo que el animal ha construido, su nivel de confianza y la manera en que gestiona sus emociones.

Los perros utilizan tanto su cuerpo como sus objetos más valiosos para comunicar lo que sienten. Entregar un juguete implica ofrecer algo que consideran importante; por lo tanto, es un acto lleno de intención. Comprender si se trata de afecto, una búsqueda de atención o una forma de autorregulación em

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