La administración federal anuncio este martes que planea retener fondos de gestión del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) a estados demócratas que se niegan a compartir datos de beneficiarios, intensificando un conflicto legal que afecta a 42 millones de estadounidenses dependientes de esta ayuda alimentaria.

La medida entraría en vigor a partir de la próxima semana, a menos que esos estados decidan entregar sus listados con las personas que reciben ayudas sociales al gobierno federal.

En el anuncio, la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, declaró en una reunión de gabinete que la medida es inminente debido a que estos estados se niegan a entregar la información solicitada por el departamento a su cargo, que incluye los nombres

See Full Page