Jean Rameau tenía apenas 17 años cuando la noticia de su paternidad lo alejó de las aulas, para cumplir con su nueva responsabilidad. Tres décadas después, con el peso de los años y la sabiduría que solo da la vida, a sus 53 años ha vuelto a sentarse en un pupitre en Hempstead, porque la vida siempre da segundas oportunidades.

Redacción LTH

El pasado verano completó su certificación como asistente de salud domiciliaria, y ahora persigue su diploma de secundaria (GED) con la misma determinación silenciosa de quien sabe que el tiempo perdido no regresa, pero el futuro aún espera. «En estos días uno necesita un diploma», dice con la certeza de quien ha aprendido la lección en carne propia.

El arte de abrir puertas

En una época donde la educación superior cuesta tanto y Long Island se ha v

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