Miriam Nogueras ha sonreído, su rictus de desprecio impostado hacia todos los no hablan catalán se ha relajado, su melena fustigadora se ha concedido un descanso, la barbilla de barrio alto de Barcelona se ha reclinado, tal ha sido la magnitud de la confesión televisada de Pedro Sánchez: “Asumo los incumplimientos”. De momento, el Gobierno ha retrasado la entrada en vigor de la facturación digital, que tenía muy preocupados a los comerciantes y hosteleros, catalanes o no; se levantará la brida presupuestaria a los ayuntamientos para que gasten sus superávits, catalanes o no, y volvemos a calcular las balanzas fiscales, que es el análisis taxonómico con el que los independentistas quieren demostrar que aquellos que poblamos al oeste del Ebro somos unos aprovechateguis.
Junts mantendrá esta

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