Con la máscara puesta de la defensora, subrayó que quienes luchan por esta causa abren caminos, o más bien tienden las cuerdas, para que las personas con discapacidad no solo entren al ring, sino que florezcan, creen, lideren e inspiren.

Su discurso fue la mánica perfecta para desenmascarar la indiferencia.

Y claro, en este combate por la igualdad, nadie puede luchar en parejas increíbles sin un buen compañero de esquina.

Ahí entró el alcalde Marco Bonilla, a quien Ulate presentó como su rudo técnico aliado, un luchador constante en el desarrollo de políticas públicas y programas que suplexan las barreras.

Juntos, desde su tanda de relevos en el cabildo, buscan fortalecer los derechos y lograr una inclusión que no sea una simple caída de dos, sino un conteo total a favor de la comunida

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