Quien pasea hoy por la Judería de Cáceres , entre casas encaladas y recodos, camina también sobre una historia de más de 130 familias que, a finales del siglo XV, partieron o se quedaron como conversas. Estas últimas vivían bajo continua sospecha, con pesquisas reiteradas y murmuraciones que pesaban más que la piedra . Y las dudas sobre el linaje alcanzaban a los hijos, que aprendían pronto que el origen hablaba antes que ellos. La historia no se repite, aunque siempre deja ecos incómodos.

Ese eco ha sonado estos días en el Juzgado de Menores de Cáceres. Una sentencia ha declarado probado que un alumno sufrió durante años insultos, aislamiento, agresiones y amenazas a la salida del colegio . El artículo 173.1 del Código Penal lo tipifica como delito contra la integridad moral. Cua

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