El ahorro y la inversión no son lo único importante en lo que a finanzas personales se refiere. El recorrido comienza en lo más esencial: los ingresos de cada uno de los hogares españoles. Si se comprende de dónde vienen los ingresos y cómo están formados se podrá entender mejor que es lo que más afecta la toma de decisiones financieras.
Por lo general, hablar sobre finanzas crea cierta incertidumbre. No solo a nivel doméstico, sino también a la hora de pedir un préstamo al consumo, una hipoteca, un plan de pensiones o un fondo de inversión. Los números asustan; más aún si tu bolsillo está riesgo.
Por eso conviene saber de dónde viene el dinero y qué aspectos definen el sueldo, algo imprescindible para gozar de unas finanzas saludables. El gasto, el ahorro y la capacidad de asumir deudas de todos y cada uno de los ciudadanos está condicionado por las rentas actuales y por las que están por venir a corto y largo plazo.
Fuentes de ingresos
A parte de los sueldos de los miembros de un hogar, ya sean ingresos por cuenta propia o por cuenta ajena, hay otras fuentes de ingreso. Entre ellas están las pensiones o subsidios varios (categoría de prestaciones públicas) y aquellos ingresos que proceden de inversiones o, por qué no, del ahorro (alquileres, dividendos…).
Estas fuentes de ingresos pueden ir cambiando a lo largo de la vida de una persona. Cómo lo hagan estará influido por el momento laboral concreto, los cambios económicos personales y, como no, las inversiones realizadas y el ahorro conseguido. También afecta la composición de la unidad familiar a la hora de fijar la capacidad financiera de un hogar.
Conceptos básicos
En muchas ocasiones, es fácil perderse entre los brutos y los netos, es decir, la cantidad disponible. Una renta bruta es aquella formada por el cómputo global de ingresos antes de las cotizaciones y los impuestos. La renta disponible, por su parte, es que resulta después de restar lo mencionado, es decir, la cantidad disponible para gastar o ahorrar.
Esta renta es la que define el consumo de una persona o, en su defecto, el ahorro o la inversión, tal y como indica el área de Educación Financiera del Banco de España . Solo entendiendo estas diferencias se podrá avanzar hacia una gestión financiera sostenible en la que comprender bien lo que se tiene y cómo se usa vale más de lo que se gana.

Comprender tu renta es clave
Una cosa está clara: ni todos los ingresos son iguales ni tienen el mismo riesgo o la misma estabilidad. Por poner un ejemplo, en según qué mercado, una renta de inversión es distinta a otra. Las ayudas estatales o las prestaciones son temporales en muchas situaciones.
Planificar en función a la procedencia de tu renta, te hará ser mucho más realista. Además, si los ingresos que te entran son variables, es probable que precises de un fondo de emergencia mayor. Si tu unidad familiar depende de una sola renta, por ejemplo, que diversifiques fuentes de ingresos sería de gran utilidad.
En definitiva, los ingresos influyen mucho a la hora de tomar decisiones, ya sea presentes o futuras. La capacidad de endeudamiento, de ahorro y de gasto están estrechamente relacionados con ellos. Conocer bien la renta de tu hogar no solo es un dato contable, si no el punto de partida de cualquier decisión financiera.
Solo cuando se comprende bien la procedencia de los ingresos es más fácil hacer un plan financiero que tenga un buen criterio. Una economía saludable no solo depende del ahorro y de la inversión, sino en el modo en el que se administrar los ingresos que entran en cualquier economía doméstica.

ALERTA El Diario de Cantabria
America News
IndyStarSports
NBC Chicago Sports
People Food
@MSNBC Video
AlterNet
Atlanta Black Star Entertainment