Me hubiera gustado escribirte a través de este boletín mucho antes, allá por septiembre, aprovechando la coincidencia entre mi nuevo rol en  elDiario.es  y el inicio del curso escolar. Qué lejos queda ya aquella intención, aunque me he autoimpuesto empezar antes de Navidad.  Como quizás sepas , relevo en la jefatura de la sección de Economía y Tecnología a Rodrigo Ponce de León, quien ha asumido el reto de ser nuestro nuevo corresponsal en Bruselas. Pero entre la mudanza y la adaptación familiar el tiempo se me escapó. 

Mi aterrizaje en la sección no ha sido solo un cambio profesional; ha supuesto un vuelco personal, familiar y vital completo. Nos hemos trasladado a vivir a Madrid desde Barcelona con la mitad de mi familia: mi pareja y mi hijo pequeño, de 11 años, ya que los dos mayores son universitarios y estudian fuera.

Si te has mudado de ciudad alguna vez, y más aún con hijos, sabrás perfectamente de lo que hablo. No me refiero solo a la tortura física de hacer y deshacer cajas, sino al reto de descifrar un nuevo barrio y una ciudad que es seis veces más grande en superficie y el doble en población. Barcelona es una ciudad que, si te mueves en moto, como es mi caso siempre que puedo, la terminas –exagerando un poco– en 15 minutos de punta a punta. Nada que ver con Madrid, claro. Aquí las distancias y las escalas son otras, y la adaptación requiere reconfigurar el mapa mental por completo.

Estos meses han sido una montaña de tareas domésticas hasta conseguir hacer de un piso desconocido un nuevo hogar: empadronarse –menuda odisea resulta conseguir cita previa– buscar centro de salud y, lo más importante, encontrar una buena escuela para que el peque se integre y se levante contento cada mañana con ganas de ver a sus nuevos amigos. En ese aspecto, respiramos tranquilos; ha sido complicado, pero teniendo en cuenta lo asfixiante que está el mercado de la vivienda, no tenemos queja. Así que hemos logrado ese pequeño milagro de la logística familiar.

Conciliar una nueva vida con nuestros compromisos laborales, tanto el de mi pareja como el mío, tampoco ha resultado una tarea fácil. Hacer cuadrar todo lo anterior sin, en mi caso, perder ni un segundo el pulso de la información –con un ojo encima de  la opa del BBVA sobre el Sabadell  y un oído puesto en las  ocurrencias comerciales de Donald Trump – requiere un esfuerzo extra.

Ya sabes que en  elDiario.es  queremos contarte bien lo que está pasando en España y en el mundo: desde la  crisis de la vivienda , al movimiento estratégico del  rearme del sector de la defensa  y seguridad en torno a Indra; desde la conveniencia de  que los autónomos coticen  por lo que ganan, a  las señales de burbuja en torno a la IA. 

Nuestro objetivo sigue siendo acercarte esas historias de manera clara y útil. Que entiendas cómo las grandes decisiones políticas y empresariales  impactan en tu vida , en la sociedad y en el futuro del país. Queremos que veas la economía y la tecnología sin tecnicismos innecesarios, pero con rigor y contexto.

El gráfico

Mientras Francia debate si establece un tipo mínimo del 2% sobre la riqueza de los multimillonarios, que proporcionalmente pagan mucho menos que la mayoría de franceses, Suiza ha rechazado en referéndum crear un impuesto del 50 % para todas las herencias y donaciones superiores a los 50 millones de francos (53 millones de euros), pensado para gravar a las grandes fortunas con el fin de recaudar más fondos para la lucha contra el cambio climático. 

La desigualdad tributaria  y el descenso de la tributación de los más ricos es también una realidad en España. El catedrático de la Universidad de Zaragoza, Julio López Laborda, plasma en el trabajo   La contribución de los impuestos y las prestaciones públicas a la reducción de la desigualdad , publicado en la revista Panorama Social que edita Funcas, que el 1% de los hogares que más ingresan paga, en relación con sus ingresos brutos, solo un 24% de lo que ganan. Este porcentaje es tres puntos y medio inferior a lo que pagan las rentas más bajas (27,5%). El sistema tributario español es menos progresivo que el resto de Europa y, además, reduce menos la desigualdad. Aquí corrige las diferencias un 32,5%, frente al 40% de media de nuestro entorno.

El dato

35%

Es la menor inversión que lleva a cabo la Unión Europea frente a Estados Unidos en innovación, lo que lastra la productividad y el liderazgo tecnológico europeo. Esta es la principal conclusión del último estudio de  EuropeG , el think tank que dirige Antoni Castells, elaborado por Rafael Myro (Universidad Complutense de Madrid) y Vicente Salas (Universidad de Zaragoza), al hilo de la nueva estrategia comunitaria impulsada tras los informes Letta y Draghi.

No todo nos parece mal

Más de 2.200 ejecutivos de toda España se reunieron hace una semana en Zaragoza en el congreso de directivos que cada año organiza la Fundación CEDE, bajo la batuta de Isidre Fainé. Siempre resulta interesante escuchar las reflexiones de Fainé, también presidente de la Fundación La Caixa. Te dejo algunas: “Se espera de los líderes empresariales no solo eficiencia, sino ejemplaridad y compromiso social”. “El liderazgo no es una posición de dominio, sino una actitud de servicio”. “El futuro de nuestras empresas, y la prosperidad de la sociedad, no lo determinarán ni las máquinas, ni los mercados, ni las regulaciones, sino que dependerá de nuestra capacidad humana para pensar, y obrar con sentido, con sabiduría, con propósito, y poniendo el alma”. Pues eso.

Tipos (y tipas) de interés

Francisco Sabido

Sube Francisco Sabido , director general de Cuentas Nacionales del INE.   Su nombramiento fue aprobado por el Consejo de Ministros hace una semana, a instancias del ministro de Economía, Carlos Cuerpo. El puesto estaba vacante desde hace un año, cuando Maria Antonia Martínez Luengo se fue (concursando) a Bruselas como directora de estadísticas macroeconómicas de Eurostat. Desde entonces lo ocupaba de forma interina su número dos, Carlos Valero, un estadístico del organismo.

¿Por qué es interesante este nombramiento? Sabido será el encargado de medir, entre otros indicadores, el Producto Interior Bruto (PIB). El PIB es el valor total de bienes y servicios que cada año produce un país. Es la cifra económica más importante, da el tamaño de cada economía. Y como quizás sepas, resulta que el Instituto Nacional de Estadística (INE) lleva unos años –al menos desde la pandemia–  haciendo los cálculos mal . Ha estado dando como oficial un dato del PIB que era bastante inferior al real. Es una gran chapuza que ha empezado a reconocer últimamente, con varias revisiones al alza, pero que aún no se ha terminado de arreglar.

Que desde varios medios critiquen el nombramiento de Salido porque no es una promoción interna es absurdo.  Salido no solo es estadístico , trabajó en el INE entre 2002 y 2008, dirigió el Instituto Regional de Estadística de Extremadura hasta 2011 –como Cuerpo, también es extremeño– y ha sido consultor en Banco Mundial y estadístico del FMI. Parece que algo sabe del tema.

Dentro de la carrera funcionarial, muchos estadísticos dejan el INE porque están mejor pagados en otros organismos públicos. Y, mientras, la revisión del PIB sigue a medias. Indicadores como los beneficios empresariales o la productividad siguen sin medirse bien, como llevan denunciando en este medio  Francisco Melis  y  Miguel Artola .

La capacidad para explicar la metodología que el INE usa para sus cálculos, la cocina, tampoco es brillante. Por cierto, no estaría mal que –otra asignatura pendiente del organismo– se dotara de mayor transparencia y, como sí hacen otras instituciones económicas independientes (la AIReF o el Banco de España), organizara alguna rueda de prensa de vez en cuando.

Nos gusta la competencia

Estos artículos de otros medios me han parecido interesantes:

Y aquí lo dejo por hoy. La próxima semana volveré con más información económica. Si tienes propuestas o ideas me puedes escribir a  contraoferta@eldiario.es . Gracias por estar al otro lado mientras termino de colocar la penúltima caja.

¡Buena semana!