La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, viajará esta noche a Washington D.C. para asistir al sorteo de grupos de la Copa Mundial de Fútbol 2026. Este evento, que se llevará a cabo en el icónico Kennedy Center, marcará la primera reunión en persona entre Sheinbaum y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desde que este asumió su segundo mandato en enero de 2025. El viaje, que ha sido notificado formalmente al Senado mexicano, también incluirá una breve reunión con el primer ministro de Canadá, Mark Carney. La presidenta ha señalado que el encuentro con Trump será "breve y cordial" y se espera que aborden temas comerciales, incluyendo los aranceles impuestos al acero y aluminio. "Queremos avanzar en temas de los automóviles, el acero y aluminio, porque ya culminamos con el tema de la revisión de 54 barreras no arancelarias y tenemos que seguir avanzando", comentó Sheinbaum. El sorteo, que definirá los 12 grupos del torneo, se realizará el viernes y contará con la participación de 48 selecciones, siendo la primera vez que se celebra en tres países: México, Estados Unidos y Canadá. Sheinbaum participará en la ceremonia extrayendo las pelotitas que asignarán los rivales iniciales al equipo mexicano. Este evento no solo reunirá a líderes políticos, sino también a figuras del espectáculo y el deporte, proyectando una imagen de cohesión en América del Norte. La presidenta viajará en una aeronave de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y se espera que regrese a México por la noche para encabezar un mitin en el Zócalo, conmemorando los siete años de la llegada de la cuarta transformación al gobierno. En cuanto a otros temas, Sheinbaum evitó profundizar en la discusión sobre el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que será revisado en 2026, y se limitó a mencionar que Trump "conoce nuestras posturas" sobre la no intervención en América Latina. Este viaje representa la primera salida oficial de Sheinbaum a Estados Unidos desde su investidura en octubre de 2024, en un contexto marcado por comunicaciones telefónicas con Trump para abordar crisis como la revocación de visados a funcionarios mexicanos y operativos antiinmigrantes en la frontera. El evento ha generado entusiasmo en México, aunque también ha suscitado debates sobre la seguridad en las sedes, especialmente en regiones con altos índices de violencia como Michoacán. Sheinbaum ha decidido no asistir al partido inaugural en el Estadio Azteca, argumentando que este viaje es una plataforma para reafirmar la soberanía del país, aunque ha enfatizado que no se trata de una reunión de peso, sino de un mensaje de continuidad en las relaciones trilaterales.