Con los años, los pequeños despistes se vuelven más frecuentes : entrar en una habitación y olvidar qué íbamos a hacer, no recordar un nombre al saludar a alguien o tener que pensar dos veces dónde hemos aparcado el coche. La mayoría de estas situaciones son normales, pero a partir de cierta edad pueden ser la antesala de un deterioro cognitivo más serio.
El neurólogo y neuropsiquiatra estadounidense Richard Restak, experto en memoria y autor de más de veinte libros sobre el cerebro, sostiene que uno de los gestos más potentes para proteger la mente en la madurez es radical: dejar de beber alcohol a partir de los 65 años.
Por qué el doctor Restak fija el límite en los 65
Restak explica que a partir de los 65 años el riesgo de demencia se dispara y continúa aumentando de forma muy sign

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