El PSOE se dispone a calmar los ánimos de su militancia por el escándalo Salazar con propósito de zanjar el asunto. Ferraz ha enviado una nota interna a todos los afiliados en la que admite “no haber estado a la altura” ante las denuncias presentadas contra el exasesor de Moncloa en su canal antiacoso, que fueron cortocircuitadas, tal y como desveló el pasado lunes elDiario.es .

En un relato pormenorizado de los hechos, la dirección federal recuerda que el 26 de mayo de 2025, la Comisión Ejecutiva Federal aprobó la creación del Protocolo frente al acoso sexual en el PSOE y que dos meses después, el 5 de julio, ante las graves acusaciones publicadas por elDiario.es contra Francisco Salazar, quien estaba llamado a ser adjunto a la secretaría de Organización del partido fue apartado de todos sus cargos y responsabilidades. En aquel momento, en los órganos de dirección del PSOE no se había recibido ninguna denuncia.

Dos días después, prosigue el escrito, “la Comisión Ejecutiva Federal activa un canal específico que se venía desarrollando desde mayo, para que el Órgano contra el Acoso pueda recibir denuncias, también de forma anónima”. Ese mismo mes, el canal, admiten ahora los socialistas, registró “dos denuncias anónimas que son recepcionadas de manera inmediata por el Órgano contra el Acoso, que procede al análisis y contraste de los hechos”. 

Y es aquí donde el PSOE entona el mea culpa, al reconocer que “la comunicación con las personas denunciantes anónimas no ha estado a la altura y precisa de ser mejorada, tal y como hemos constatado con las informaciones publicadas por elDiario.es esta misma semana”. Asimismo, el contenido de las denuncias publicadas detalla comportamientos que la dirección federal califica de “repugnantes, intolerables e incompatibles con los valores del Partido Socialista”

“Lamentamos no haber arropado suficientemente a las personas que han presentado las denuncias. Nos duele que haya sucedido”, reconocen en la nota, antes de añadir que el compromiso del PSOE “es siempre seguir mejorando en la lucha contra el acoso hacia las mujeres y en el desarrollo de políticas de igualdad”. De hecho, avanzan que las denuncias contra Salazar serán ahora “analizadas y contrastadas por el Órgano contra el Acoso dentro del plazo, tal y como recoge el Protocolo”, y que todos los pasos que se vayan dando “se recogerán en un informe de conclusiones que incluirá la propuesta de medidas a adoptar por la Organización. El órgano correspondiente tendrá que dar traslado a las partes y a la Secretaría de Organización.

Único partido con protocolo frente al acoso

No obstante, recuerdan que siempre que el PSOE “es el primer partido en España que cuenta con un protocolo frente al acoso sexual”, si bien añade que “al ser un sistema innovador precisa de mejoras continuas. Por ello, el PSOE no va a escatimar en recursos hasta que este sistema sea óptimo” 

“Ojalá -añade el escrito- otros partidos políticos se animen a desarrollar estos protocolos contra el acoso y una política feminista activa. No vamos a permitir que se cuestione el compromiso del Partido Socialista con la erradicación de la violencia contra las mujeres en todas sus formas, menos si cabe por parte de quienes banalizan, niegan y no combaten la violencia contra las mujeres”

El 5 de julio, en vísperas del comité federal de urgencia convocado por el PSOE para renovar a su cúpula tras el estallido del escándalo de Santos Cerdán, elDiario.es publicó los testimonios de dos mujeres que denunciaban “comportamientos impropios” de machismo compatibles con “acoso sexual” cuando Salazar fue su jefe. Ese mismo día, tras la presión de un grupo de mujeres socialistas de puertas hacia adentro, renunció a su puesto en la nueva Ejecutiva y también en la Moncloa. 

Desde entonces se presentaron en el canal interno del PSOE al menos dos denuncias formales de dos militantes socialistas . Una de ellas, rezaba: “Escenificó un día en medio del despacho una felación con todo lujo de detalles sin venir a cuento. En privado, sobrepasaba otras líneas. Su comportamiento destilaba misoginia y baboseo en cada comentario disfrazado de broma que hacía. Su lenguaje era hipersexualizado hasta para dar los buenos días. Salía del baño que tenía en su despacho a medio vestir y no se subía la cremallera hasta que estaba cerca de tu cara (porque tú estabas sentada y él de pie)”. 

En cinco meses, ninguna de las dos denunciantes obtuvieron respuesta alguna por parte de su partido. De hecho, sus denuncias llegaron a desaparecer del sistema. El PSOE admite que esa investigación nunca se llevó a cabo, y solo admitieron a trámite ambos escritos después de que este periódico diese cuenta de la situación y acreditase las denuncias existentes. 

Ante las preguntas de elDiario.es, la secretaría de organización de Ferraz llegó a alegar que Salazar había solicitado su baja como militante justo el día en que este periódico demandaba información. Y que ese hecho hacía, por tanto, inútil la investigación. Tras el revuelo generado entre las propias filas socialistas, el PSOE se compromete ahora a llevar a cabo esa investigación interna con la máxima celeridad.

El Órgano contra el Acoso es independiente y autónomo, que desarrolla sus funciones de forma independiente y autónoma respecto del resto de los órganos de la organización y no puede recibir instrucciones de ningún tipo, según establece el artículo 7 del protocolo antiacoso del PSOE. Está integrado por especialistas en la materia, que fueron nombrados por la Comisión Ejecutiva Federal del 7 de julio de 2025.

El PSOE esgrime, respecto a la desaparición de las denuncias, que pasados los 90 días desde su registro, el propio sistema las oculta (“ofuscación”) para extremar las garantías de protección de datos, pero que “bajo ningún concepto se eliminan”. La llamada ofuscación se efectúa, según el relato remitido a los militantes, “de manera automática con todas las denuncias que se registran a través del sistema -sean anónimas o no- para salvaguardar la confidencialidad. Y por eso recuerdan que el órgano en cuestión ”puede conocer y tramitar las denuncias a través de otros cauces distintos al sistema informático habilitado para ello“, tal y como sucedió en el caso ya conocido de Torremolinos, ”en el que una compañera presentó una denuncia ante la Ejecutiva provincial de Málaga, que la remitió a la Ejecutiva regional y federal, que la dio traslado al órgano contra el Acoso, que inició “los trabajos de análisis en comunicación directa con la persona denunciante, al margen del sistema informático”.