Quien piense que el fútbol y la política no deben ir de la mano se habrá llevado un disgusto al ver el rol protagonista de Donald Trump en la ceremonia del sorteo del Mundial de fútbol que se celebrará el próximo verano en Estados Unidos, México y Canadá.

El elenco de actuaciones musicales que han adornado el evento, en el abarrotado edificio Kennedy Center de Washington, lo han cerrado los Village People con su inconfundible Y.M.C.A, el himno que Trump adoptó para su campaña electoral y que reproduce al final de sus discursos cada vez que tiene ocasión. Rompiendo con la tradición, al inicio de la ceremonia también se ha hecho entrega de un nuevo Premio de la Paz de la FIFA, creado a propósito para que Trump obtenga el reconocimiento que no consiguió con su ansiado Nobel de la Paz.

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