La Ciudad de Buenos Air es profundizó este año una transformación estructural en su sistema de asistencia alimentaria, con el objetivo de asegurar que la ayuda llegue sin desvíos y con total trazabilidad a quienes realmente la necesitan.

El Gobierno porteño implementó un esquema basado en controles diarios, herramientas digitales y eliminación completa de intermediarios, que permitió detectar irregularidades en distintos puntos de entrega y cerrar 40 “comedores fantasma”.

Actualmente, más de 250.000 personas reciben asistencia alimentaria a través de comedores, centros de primera infancia, paradores para personas en situación de calle, espacios de jubilados y el programa Ciudadanía Porteña.

La modernización del sistema convirtió esta red en un circuito monitoreado en cada etapa: la rec

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