Michael Jordan ocupa un pedestal que pocos discuten dentro del baloncesto estadounidense. Su dominio absoluto en la cancha, los seis títulos con los Chicago Bulls y la influencia global que ejerció durante los años 90 lo mantienen como referencia inalcanzable para millones de aficionados.

LeBron James , sin embargo, ha prolongado su carrera durante dos décadas con un rendimiento que lo ha llevado a desafiar esa jerarquía. Cada partido suyo se mide con lupa, y cada cifra se compara con la del legendario 23 . Esa rivalidad simbólica ha acompañado cada marca alcanzada por el alero de Los Angeles Lakers, incluida la que acaba de cerrar.

Una asistencia que rompió una racha imposible

James interrumpió una racha que había mantenido viva desde el 6 de enero de 2007 . Durante 1.297 encuentros de liga regular anotó al menos diez puntos , un registro sin precedentes en la NBA. La secuencia se cerró en la victoria de Lakers frente a Toronto Raptors por 123-120, en la que el jugador finalizó con ocho puntos, seis rebotes y once asistencias .

El hecho no respondió a un mal rendimiento aislado, sino a una elección que resumió su filosofía de juego. En la última posesión, con el marcador igualado, optó por ceder el balón a un jugador que estaba totalmente abierto en lugar de buscar el lanzamiento personal , una opción más ariesgada al tener un defensor encima.

Sus compañeros interpretaron esa decisión como un gesto fiel a su trayectoria. El pívot Jake LaRavia afirmó que “es un jugador desinteresado”. Añadió que “tuvo la oportunidad, pero por cómo es, decidió pasar el balón a Rui y ganamos el partido”. Austin Reaves coincidió en esa lectura y consideró que James “solo piensa en ganar y en tomar la decisión correcta, algo que ha hecho durante toda su carrera”.

El momento clave llegó cuando James recibió el balón en los segundos finales. Con espacio suficiente para lanzar, decidió asistir a Rui Hachimura , que anotó el triple decisivo en la esquina izquierda. La jugada garantizó la victoria de los Lakers y puso fin a la secuencia anotadora más extensa de la historia de la liga . James levantó los brazos al ver entrar la pelota, consciente de que acababa de renunciar a un récord personal por asegurar el triunfo. El pabellón celebró la canasta mientras sus compañeros rodeaban a Hachimura, que era la primera vez en toda su carrera que no anotaba la canasta ganadora.

Un registro que lo mantiene en un nivel al que nadie ha llegado aún

El contraste con las marcas históricas de la NBA confirma la magnitud del registro. Michael Jordan firmó 866 partidos consecutivos en dobles dígitos, Kareem Abdul-Jabbar alcanzó 787 y Karl Malone sumó 575 . Ninguno se aproximó al número logrado por James, que amplió esa diferencia durante casi 19 años. La secuencia se extendió incluso a partidos de eliminatorias, con 865 encuentros de postemporada por encima de los 10 puntos . De hecho, en toda su extensa carrera solamente se ha quedado por debajo de los 10 puntos en nueve ocasiones . Pese a su final, la cifra lo mantiene en una dimensión inédita dentro del baloncesto profesional.

Las explicaciones posteriores mantuvieron el tono sereno. “Simplemente hay que jugar del modo correcto. Siempre haces la jugada adecuada y hemos ganado”, dijo LeBron James. Recordó que ese principio lo aprendió al inicio de su carrera y que lo ha seguido en cada etapa. El entrenador JJ Redick respaldó esa visión y aseguró que “LeBron es plenamente consciente de sus puntos, pero lo hizo como tantas veces antes”. Añadió que “ los dioses del baloncesto suelen premiar a quienes actúan así” .

El desarrollo de los últimos minutos explicó el desenlace del partido. James había regresado a la pista con algo más de cinco minutos por disputarse y sumaba seis puntos tras una serie errática de lanzamientos. Igualó el marcador con una bandeja a falta de menos de dos minutos y falló un tiro de media distancia que lo habría mantenido dentro de la racha.

En la siguiente posesión, Reaves lo buscó de nuevo, pero James eligió la asistencia que decidió el partido. Esa jugada resumió una carrera entera construida sobre la misma elección: ganar mediante la jugada correcta, incluso cuando eso implica dejar pasar un récord personal .