África, el segundo continente más grande y poblado, se aleja cada vez más del uso del dólar, con el objetivo de reducir su dependencia de las fluctuaciones del tipo de cambio y la política monetaria de Estados Unidos, así como de reducir el coste de los pagos intrarregionales.
El uso activo de la moneda estadounidense como instrumento de presión en los últimos años, así como la política arancelaria de Donald Trump, está obligando a los 55 países del continente a buscar alternativas de forma más activa. Y en este sentido ya han logrado avances considerables.
Disminuyendo la vulnerabilidad
La búsqueda de alternativas para los países africanos se ha vuelto más urgente, al darse cuenta de su propia fragilidad ante las fluctuaciones de la moneda estadounidense.
"Los países africanos buscan una alternativa al dólar porque la moneda estadounidense los ha mantenido en una posición vulnerable durante décadas. La vinculación monetaria hace que las economías sean sensibles a las decisiones que se toman lejos del continente , y el acceso a la financiación y a cualquier operación comercial dependía, de hecho, de las reglas del juego externas" , declaró a RT Eva Balavina, investigadora del Instituto de Economía y Estrategia Militar Mundial de la Escuela Superior de Economía (Moscú).

En respuesta al fuerte aumento de la inflación en Estados Unidos, la Reserva Federal inició el ciclo de política monetaria más restrictiva en 40 años, lo que afectó notablemente a los países africanos, que mantienen alrededor del 70 % de su deuda externa en dólares. En la última década, sus pagos de intereses nominales aumentaron un 132 % .
Además, la salida de capital estadounidense de los mercados emergentes provocó una caída del valor de las monedas africanas frente al dólar. Esto condujo al impago de la deuda , primero en Ghana en el 2022 y luego en Etiopía en el 2023.
Desarrollando sus propios sistemas de pago
"En el contexto de los actuales cambios geopolíticos, los gobiernos africanos buscan asegurarse un margen de maniobra para reducir los costes de transacción, disminuir los riesgos políticos y de sanciones y, por último, fortalecer sus propias instituciones financieras", señaló Balavina.
Así, en el 2022 se puso en marcha el Sistema Panafricano de Pagos y Liquidación (PAPSS, por sus siglas en inglés) con solo 10 bancos comerciales participantes, que permite a las partes realizar transacciones en monedas intracontinentales.
Hoy en día, el sistema está operativo en 15 países, entre ellos Zambia, Malaui, Kenia y Túnez, y cuenta con 150 bancos comerciales en su red. Según las evaluaciones del PAPSS, con el anterior sistema de bancos corresponsales, se estima que una transacción comercial de 200 millones de dólares entre dos partes de diferentes países africanos costaba entre el 10 % y el 30 % del valor de la operación. El cambio a sistemas de pago locales podría reducir el coste de esa transacción a solo el 1 % .
El uso de monedas como el naira nigeriano, el cedi ghanés o el rand sudafricano para los pagos comerciales intraafricanos podría ahorrar al continente 5.000 millones de dólares al año en divisas fuertes, opina Mike Ogbalu, director ejecutivo del PAPSS. "Si nos fijamos en las economías africanas, veremos que tienen dificultades para disponer de divisas globales de terceros para liquidar las transacciones", señaló.
Una mirada al yuan
Otra vía para la desdolarización africana es el uso más amplio de otras monedas fuertes, especialmente el yuan.
Su participación en el comercio aumentó de 520 millones de yuanes (unos 73 millones de dólares estadounidenses) a 79.000 millones (unos 1.110 millones de dólares estadounidenses) entre los años 2010 y 2020.

Este año, Egipto firmó un acuerdo con Pekín destinado a fomentar el uso del yuan en el comercio bilateral, sumándose así a Nigeria, Angola y Sudáfrica, que ya habían adoptado una medida similar.
Además, la mayor institución financiera de África por volumen de activos, Standard Bank, se ha unido al Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos de China (CIPS, por sus siglas en inglés), el equivalente chino del sistema de pagos SWIFT. Para muchas empresas africanas, especialmente las de sectores con gran volumen de importaciones, se trata de una vía financiera alternativa que promete menos obstáculos .
Esta medida se produce en un contexto de mayor actividad comercial entre los países africanos y el gigante asiático. Según el Barómetro Comercial 2024 del Standard Bank, el 34 % de las empresas africanas importan productos de China, frente al 23 % del año anterior. China también representa el 16 % de las importaciones africanas y alrededor del 20 % de las exportaciones.
El sistema de pago que sustentaba este comercio lleva mucho tiempo sufriendo una escasez de dólares. La falta de liquidez en dólares, las costosas relaciones con los bancos corresponsales y las fluctuaciones monetarias ralentizan regularmente las transacciones transfronterizas.

De este modo, el CIPS tiene como objetivo eliminar todos estos obstáculos . Cabe destacar que ya está operativo en 21 mercados africanos y seguirá expandiéndose. En este contexto, el continente está dando un paso importante en la construcción de sus relaciones comerciales en un mundo en el que el dólar ya no es la única opción y los países africanos son la periferia económica.
"En esencia, los procesos observados no representan un abandono total del dólar, sino un intento de salir del papel de periferia de la economía mundial y formar una trayectoria de desarrollo más soberana, en la que sean los propios Estados africanos los que determinen las condiciones de su estabilidad económica ", concluyó Balavina.
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