El cambio climático no solo se manifiesta en temperaturas máximas más altas y menos precipitaciones. También exacerba algunos fenómenos más complejos, alimentados por una especie de aceleración climática. Uno de los que más impacta en el territorio de la Comunidad Valenciana es la desertificación , que no es el avance del desierto, sino “la degradación de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedo-secas”, como define la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. Una degradación que se define como la pérdida de productividad biológica, de biodiversidad y económica. Y que es consecuencia de variaciones climáticas, sí, pero también de actividades humanas.

En la Comunidad Valenciana, este riesgo de desertificación ya ha llegado al 80% de la superficie, según reflej

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