El presidente de la FIFA , hiperexpuesto, se convirtió en el influencer número uno del Mundial. Su presencia en galas, autos de Fórmula 1 o en el Salón Oval es parte del estilo híbrido que mezcla solemnidad institucional con lenguaje de redes. Esa misma lógica atraviesa todo el ecosistema digital que definirá la conversación en 2026. El próximo Mundial tendrá un despliegue inédito de creadores de contenido , microinfluencers , streamers y equipos creativos que ya se disputan el interés de las marcas. Lo que en Qatar 2022 fue una presencia secundaria, ahora ocupará el centro del presupuesto : las compañías estructuran sus activaciones alrededor de quienes dominan la conversación social. Ya no es “que alguien los lleve”; es ponerlos en el corazón de las campañas.

Mientras los

See Full Page