River cerró un 2025 extremadamente complejo desde lo deportivo y lo económico, sin vueltas olímpicas y con un único premio: la clasificación a la Copa Sudamericana 2026 . Esa caída de rendimiento genera efectos que van más allá de la temporada actual, encendiendo alertas por las metas internacionales que la dirigencia había proyectado para los próximos años.

La falta de presencia en la Copa Libertadores 2026 no solo significa un golpe económico fuerte, sino que también afecta directamente el coeficiente continental que la CONMEBOL utiliza para definir las plazas del próximo Mundial de Clubes de 2029 . Con la edición inaugural ya disputada en Estados Unidos , el sistema de clasificación vuelve a activarse y coloca a los clubes sudamericanos bajo una lupa mucho más estricta.

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