EXTREMADURA pasa hoy el ecuador de su campaña electoral y, salvando las distancias, la situación política está tomando un cariz que en los movimientos de fondo recuerda mucho a lo que ocurrió en Andalucía en las autonómicas de 2022.

No sólo es que la presidenta del PP y candidata a la reelección tenga una situación de ventaja en los sondeos que la señalan como la única capaz de formar Gobierno. Ni siquiera que llegase al cargo sin ganar las elecciones y gracias al respaldo de Vox (aunque Moreno en 2019 no necesitó incluirlo en su Consejo de Gobierno). Ni tampoco que el PSOE es el que más alienta el crecimiento de Vox. Es que a eso añadan un candidato socialista pendiente de ser juzgado por el supuesto enchufe al hermano de Pedro Sánchez en la Diputación de Badajoz... Suicida.

Con esos pa

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