Si en lo primeros meses del año los ánimos se envolvían en las dudas, en un momento en que los datos macro devolvían las preocupaciones sobre el riesgo de recesión en EEUU, añadiendo más presión a la Fed, los recortes de finales de año en los tipos de interés estadounidenses volvían a dar más aire a los mercados, aunque la calma duró poco tiempo.
A pesar de los recortes de diciembre, la incertidumbre sobre los recortes de tipos de la Reserva Federal devolvía a los indicadores a la intranquilidad. Además, el ambiente cargado en los valores de IA dejaba mermado gran parte de los valores estadounidenses y mundiales. A esto hay que sumarle las presiones arancelarias promovidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha envuelto al mercado en una espiral de volatilidad.
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