Por lo menos, ya logró volverse a ubicar –ahora bajo la conducción estratégica de Chugaby- como candidato a la gobernación, de la Alianza Democrática, en esta región y con unos números de aceptación, nada despreciables. Algunos dicen, que ronda siempre, en todos los sondeos, por encima del sesenta por ciento.
Aunque, a decir verdad, a la Unidad se le ven algunas fisuras, que tendrían sus dirigentes que escoger un buen pegamento –que los hay- para tratar de convencer a cualquiera que aspire fuera de esa estructura, que aún hay tiempo de cuadrarse; que según nos aseguran, la Alianza (nos soplan al oído) ya pasó de los 21 partidos que la componen.
Reuniones van y vienen, de última hora, buscando que todo les quede compacto y liso. Cosa difícil en los menesteres de la política. Eso lo saben