Cúa (Venezuela), 23 jul (EFE).- Ángel Blanco y Joen Suárez, dos de los 252 venezolanos que estuvieron detenidos en El Salvador, han recurrido a la música, su mayor pasión, para denunciar el cuestionado proceso de deportación desde EE.UU. y el “terror” que, según dijeron en entrevista con EFE, vivieron en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) durante cuatro meses, hasta el pasado viernes, cuando fueron liberados.

Ambos amigos, con el sueño en común de ser músicos profesionales, escribieron juntos un rap titulado ‘Cecot’ en la celda que compartían en la megacárcel homónima del presidente salvadoreño, Nayib Bukele.

“Ahí escribimos mucha música”, dijo Blanco, de 22 años, pocas horas después de regresar a casa, en Cúa, una ciudad cercana a Caracas y en la que también vive Suárez,

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