Como sucedió justo antes del parón navideño , Pedro Sánchez abrió esta semana la puerta a reunirse con Carles Puigdemont. Fue durante la rueda de prensa en la que hizo balance del curso político que acaba , en un momento en que la relación entre socialistas y posconvergentes no pasa por su mejor momento. Si en diciembre desde Junts pedían al presidente del Gobierno que se someta a una cuestión de confianza en el Congreso –o bien que su partido permitiera en la Cámara un debate sobre la idoneidad de que el dirigente socialista se someta a ese mecanismo parlamentario, un opción sin efectos legales pero sí políticos que al final se archivó –, ahora señalan que Sánchez está “ en la prórroga ” y le advierten que si no hay avances en su negociación particular el grupo que encabeza Miri
Sánchez-Puigdemont: Muchos vaivenes y una cita pendiente
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