MIAMI. - Por temor a las redadas migratorias, Maria Antonia tiene noches que no duerme y días que no sale de su apartamento en la zona bautizada como ‘Casi Gables’ por estar entre La Pequeña Habana y Coral Gables, en Miami. Tan cerca del restaurante Versailles como de Miracle Mile, lugares que ella no visita porque sus nietas le han dejado bien claro que no debe salir del perímetro del condominio para así evitar cualquier percance que derive en su detención.

Maria Antonia es una abuela cubana que cruzó a los 70 los residuales del Río Bravo a través de El Paso, Texas, y a quien, en esa lotería fronteriza de repartición de documentos de entrada a EEUU por parte de ICE, le tocó una I-220A: Order of release on recognizance o ‘parole condicional’.

De modo que la abuela quedó en libertad, sin

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