Mientras algunos indicadores muestran aumentos salariales en Estados Unidos, la realidad para millones de familias es cada vez más precaria. Tras el fin de las ayudas implementadas durante la pandemia, muchos hogares enfrentan el dilema de elegir entre pagar el alquiler o alimentar a sus hijos. Así lo revelan datos de la Oficina del Censo y testimonios recogidos por The Wall Street Journal .

Uno de los casos que ilustra esta contradicción es el de Lisa Meazler, madre de tres niñas, cuyo ingreso anual de 37.500 dólares no alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Aunque formalmente no está en situación de pobreza, vive con deudas, pagos atrasados y una constante presión emocional. “A veces pienso, ‘¿dónde fue que me equivoqué?’”, confiesa, tras admitir que pospuso el pago de la hipote

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