Gerardo Ortiz, también llamado el rey del narcocorrido, se ha metido en un verdadero enredo legal que lo pudo haber llevado a prisión. Sin embargo, el cantante logró un acuerdo con las autoridades estadounidenses para testificar en contra de su exproductor musical, José Ángel del Villar.

Todo comenzó cuando el FBI inició una investigación por presunto lavado de dinero y lazos que podrían relacionarlo con el crimen organizado en contra de Del Records, disquera de la que Ortiz formaba parte. En medio de toda esta tormenta, el cantante fue llamado a declarar.

En un intento desesperado por salvarse, confesó que su exproductor lo obligó a realizar conciertos con promotores ligados a grupos criminales, por lo que aceptó su culpabilidad. Ahora, Gerardo Ortiz, libre bajo fianza, se convir

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