GUAQUI, Bolivia — El Apóstol Santiago, llevado a las tierras altas de los Andes bolivianos por los colonizadores españoles, es el santo católico más adorado y temido por sus devotos, que lo visten con traje militar, y cada 25 de julio es el centro de un tradicional ritual en Guaqui.

A orillas del Titicaca, el lago navegable más alto de mundo, miles de devotos del “Tata” Santiago celebraron el viernes la fiesta del patrono que tiene fama de milagroso y renegón.

En angostas balsas de juncos que crecen en las orillas, varios bailarines navegaron en una laguna interior ataviados de coloridos trajes típicos de una danza llamada morenada. La creencia popular dice que si una persona cae a las aguas “le irá mal”, afirma Verónica Jauregui, una funcionara pública que baila hace 26 años. “Si no m

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