CIUDAD DE MÉXICO (apro).— Felipe Hernández, un comerciante de 64 años, murió el 19 de julio en Molina de Segura, Murcia, tras ser agredido físicamente. Su hijo mayor, de 35 años, ingresó en prisión provisional como presunto autor de un delito de homicidio, mientras que su hija, de 31 años, quedó en libertad provisional investigada por presunta omisión del deber de socorro.
El suceso ocurrió dentro de la tienda de tejidos propiedad de la víctima. Grabaciones de cámaras de seguridad del establecimiento captaron el momento en que el hijo de Hernández entra al local acompañado de su hermana. En las imágenes se observa cómo el hombre presuntamente golpea a su padre, lo lanza contra una pared y posteriormente contra el suelo, donde continúa la agresión.
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