Cada 10 de agosto, la Iglesia católica recuerda a San Lorenzo de Roma , uno de los mártires más venerados del cristianismo y figura central en la tradición religiosa y popular. Su historia combina valor, fe y un peculiar sentido del humor que, siglos después, lo convirtió en patrono de los comediantes… y también de quienes trabajan frente a las brasas.
Lorenzo fue diácono de la Iglesia en Roma en el siglo III, encargado de distribuir la ayuda a los más necesitados y de administrar los bienes de la iglesia , lo cual le vale también el título de patrono de los archivistas, los necesitados y los bibliotecarios .
En el año 258, durante la persecución del emperador Valeriano, fue arrestado por negarse a entregar los bienes de la comunidad cristiana a las autoridades romanas. Según la