El 9 de noviembre de 2022, Melanie Walden recibió un mensaje a través de Facebook de una persona desconocida y pensó que era una estafa. En el mismo, le decían que su verdadero nombre era Melissa Highsmith y que tenía una familia entera buscándola desde hace más de cinco décadas .

En ese momento, ella no podía creer lo que estaba leyendo y decidió preguntarle a su madre -o quien ella creía que lo era- si reconocía a esas personas, pero tampoco tuvo una respuesta que la convenciera. “Me contó que alguien me vendió por 500 dólares en la calle, pero en el fondo no creo que me haya comprado”, contó después en una entrevista.

Semanas después, Melanie pudo confirmar que su verdadera identidad era otra a la que había creído toda su vida.

Un secuestro y una prueba clave

En agosto de

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