En apenas unos minutos, sobre la ruta nacional 86 en Tartagal, ocurrió un presunto ajuste de cuentas, un robo a mano armada y una ejecución a sangre fría.
Todo comenzó cuando un Fiat blanco se detuvo frente a una comunidad originaria. De su interior descendió un hombre armado con una pistola de gran calibre, que, según testigos, “estaba fuera de sí”.
Sin mediar palabra, encañonó a un motociclista y le robó el vehículo para escapar hacia el este. El automóvil quedó en marcha sobre la banquina y, al acercarse los vecinos, se toparon con una escena macabra: un hombre sin vida, cubierto de sangre, en el asiento.
En paralelo, el fugitivo habría amenazado a varias personas durante su huida, incluso pidiendo una camioneta para continuar el escape.
Minutos después, a 15 kilómetros del primer c