
Explosiones en una planta de U.S. Steel cerca de Pittsburgh dejaron un muerto y decenas de heridos o atrapados bajo los escombros el lunes, con trabajadores de emergencia en el lugar tratando de rescatar a las víctimas, informaron las autoridades.
Las explosiones enviaron humo negro en espiral hacia el cielo del mediodía en el Valle de Monongahela. Un portavoz de los Servicios de Emergencia del condado Allegheny, Kasey Reigner, indicó que una persona murió en la explosión y que dos al parecer están desaparecidas. Varias otras personas fueron tratadas por lesiones, añadió Reigner.
Los Servicios de Emergencia del condado Allegheny indicaron que un incendio en la planta comenzó alrededor de las 10:51 de la mañana. Las explosiones estremecieron a la comunidad y llevaron a las autoridades a pedir a los residentes que se mantuvieran alejados de la escena para que los trabajadores de emergencia pudieran trabajar.
"Se sintió como un trueno", relató Zachary Buday, un trabajador de la construcción cerca de la escena, a WTAE-TV. "Sacudió el andamio, sacudió mi pecho y sacudió el edificio, y luego cuando vimos el humo oscuro saliendo de la acería y juntamos dos y dos, fue como si algo malo hubiera sucedido".
Decenas resultaron heridas y el condado estaba enviando 15 ambulancias, además de las ambulancias suministradas por las agencias locales de respuesta a emergencias, señaló Reigner. El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, indicó en X que "múltiples explosiones" ocurrieron en la instalación.
Residentes de Clairton como Amy Sowers, de 49 años, sintieron una explosión cercana. Sowers, que estaba sentada en su porche a menos de una milla de la planta, sintió que su casa temblaba.
"Podía ver el humo desde mi entrada", relató. "Escuchamos ambulancias y camiones de bomberos desde todas las direcciones".
Sowers decidió abandonar el área después de percibir un leve olor en el aire. Sowers, quien creció en Clairton, ha visto varios incidentes en la planta a lo largo de los años. A pesar de las preocupaciones de salud, Sowers señaló que muchos residentes no tienen los recursos económicos para irse.
Un trabajador de mantenimiento murió en una explosión en la planta en septiembre de 2009. En julio de 2010, otra explosión hirió a 14 empleados y seis contratistas.
"Se perdieron vidas de nuevo", manifestó Sowers. "¿Cuántas más vidas tendrán que perderse hasta que algo suceda?"
La planta, una instalación industrial masiva a lo largo del río Monongahela al sur de Pittsburgh, es considerada la operación de coque más grande de América del Norte y es una de las cuatro principales plantas de U.S. Steel en Pensilvania que emplean a varios miles de trabajadores.
En un comunicado, U.S. Steel indicó que un "incidente" ocurrió en las baterías de hornos de coque 13 y 14 de la planta. La empresa, ahora una subsidiaria de Nippon Steel Corp. con sede en Japón, apuntó que los equipos de emergencia fueron enviados inmediatamente al lugar, pero no dio más detalles sobre la causa de las explosiones, las víctimas o los daños.
El CEO de la empresa, David Burritt, manifestó en el comunicado que U.S. Steel está trabajando con las autoridades para investigar la causa.
La planta convierte carbón en coque, un componente clave en el proceso de fabricación de acero. Para hacer coque, el carbón se hornea en hornos especiales durante horas a altas temperaturas para eliminar impurezas que de otro modo podrían debilitar el acero. El proceso crea lo que se conoce como gas de coque, compuesto por una mezcla letal de metano, dióxido de carbono y monóxido de carbono.
El alcalde de Clairton, Richard Lattanzi, declaró que su corazón está con las víctimas de las explosiones del lunes.
“La planta es una parte tan grande de Clairton”, comentó. "Es simplemente un día triste para Clairton".
El Departamento de Salud del condado Allegheny sostuvo que está monitoreando y aconsejó a los residentes dentro de un radio de 1 milla (1,6 kilómetros) de la planta que permanezcan en el interior, cierren todas las ventanas y puertas, configuren los sistemas de aire acondicionado para recircular y eviten atraer aire exterior, como usar ventiladores de extracción. Apuntó que sus monitores no han detectado niveles de hollín o dióxido de azufre por encima de los estándares federales.
Según la empresa, la planta produce 4,3 millones de toneladas (3,9 millones de toneladas métricas) de coque anualmente y tiene aproximadamente 1.400 trabajadores.
En los últimos años, la planta de Clairton ha estado plagada de preocupaciones por la contaminación. En 2019, acordó resolver una demanda de 2017 por 8,5 millones de dólares. Bajo el acuerdo, la empresa acordó gastar 6,5 millones de dólares para reducir las emisiones de hollín y los olores nocivos de la instalación de fabricación de coque de Clairton.
La empresa también enfrentó otras demandas por contaminación de la instalación de Clairton, incluidas aquellas que acusaban a la empresa de violar las leyes de aire limpio después de que un incendio en 2018 dañara los controles de contaminación de azufre de la instalación.
En 2018, un incendio en Nochebuena en la planta de coque de Clairton causó 40 millones de dólares en daños. El incendio dañó el equipo de control de contaminación y provocó repetidas emisiones de dióxido de azufre, según una demanda. El dióxido de azufre es un subproducto incoloro y penetrante de la combustión de combustibles fósiles que puede dificultar la respiración. A raíz del incendio, el Condado de Allegheny advirtió a los residentes que limitaran las actividades al aire libre, y los residentes se quejaron durante semanas después que el aire se sentía ácido, olía a huevos podridos y era difícil de respirar.
En febrero, un problema con una batería en la planta llevó a una "acumulación de material combustible" que se encendió, causando un "boom" audible, apuntó el Departamento de Salud del condado Allegheny. Dos trabajadores cuyos ojos fueron alcanzados por sustancias peligrosas recibieron tratamiento de primeros auxilios en un hospital local, pero no resultaron gravemente heridos.
El año pasado, la empresa acordó gastar 19,5 millones de dólares en mejoras de equipos y 5 millones en esfuerzos y programas locales de aire limpio como parte de la resolución de una demanda federal presentada por Clean Air Council y PennEnvironment y el Departamento de Salud del condado Allegheny.
El incendio en la planta de Clairton dejó fuera de servicio los controles de contaminación en sus plantas del Valle de Monongahela, pero U.S. Steel continuó operándolas de todos modos, denunciaron grupos ambientalistas.
Las demandas acusaron a la empresa de más de 12.000 violaciones de sus permisos de contaminación del aire.
David Masur, director ejecutivo de PennEnvironment, otro grupo ambientalista que ha demandado a U.S. Steel por contaminación, declaró que se necesita "una investigación completa e independiente sobre las causas de esta última catástrofe y una reevaluación de si la planta de Clairton es apta para seguir operando".
En junio, U.S. Steel y Nippon Steel anunciaron que habían finalizado un acuerdo que le da al gobierno de Estados Unidos voz en algunos asuntos y que llega un año y medio después de que la empresa japonesa propusiera comprar al icónico fabricante de acero estadounidense por casi 15.000 millones de dólares.
El intento de Nippon Steel por comprar la empresa con sede en Pittsburgh se vio afectado por preocupaciones de seguridad nacional y retórica política en medio de una campaña electoral, prolongando la transacción por más de un año después de que los accionistas de U.S. Steel la aprobaran.
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Levy reportó desde Harrisburg, Pensilvania, Casey reportó desde Boston y Whittle reportó desde Portland, Maine. Contribuyeron a esta nota las corresponsales Holly Ramer en Concord, Nueva Hampshire, y Beatrice Dupuy en Nueva York.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.