El municipio de Sant Llorenç vivió este lunes una de las noches más refrescantes y divertidas del verano. La carrera popular Més sans que un gra d’all se ha convertido en todo un clásico de las fiestas patronales de la localidad y una cita obligada para muchos llorencins y vecinos de la comarca que no quieren perderse la refrescante carrera.

Prueba de ello fueron las más de 3.000 personas que participaron en la familiar carrera que este año ha llegado a su 32 edición. Más de tres décadas de tradición que se hacen notar. Las ganas de fiesta eran patentes ya durante la tarde con la fiesta de animación infantil. Pero no fue hasta las once de la noche cuando se dio el pistoletazo de salida oficial a la carrera popular, una actividad nocturna bien refrescante ya que los vecinos tiran cub

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