El periodista Anas Al-Sharif, corresponsal de Al Jazeera, fue asesinado en un ataque israelí en Gaza, junto a otros cuatro colegas. Este trágico suceso ocurrió el 10 de octubre de 2024, casi siete meses después de que un alto el fuego se hiciera efectivo en la región. Al-Sharif, de 28 años, se había convertido en una figura prominente en la cobertura del conflicto, ofreciendo relatos de primera mano sobre la situación humanitaria en Gaza.
Su carrera despegó cuando sus imágenes de ataques israelíes se volvieron virales en redes sociales. Al-Jazeera lo contrató en diciembre de 2023, y desde entonces, Al-Sharif reportó casi a diario desde el terreno, a menudo desde lugares peligrosos como hospitales y refugios. En enero, durante una transmisión en vivo, se quitó su equipo de protección, simbolizando la esperanza de un cambio en la situación de los palestinos.
Sin embargo, su trabajo lo puso en la mira de las fuerzas israelíes. Al-Sharif había recibido advertencias de que debía dejar de informar para Al Jazeera, una cadena que ya había perdido a varios de sus periodistas en Gaza. A pesar de las amenazas, continuó su labor, afirmando: "Nunca había aparecido ni siquiera en un canal local, y mucho menos en uno internacional".
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron el asesinato de Al-Sharif, acusándolo de tener vínculos con Hamas y de liderar una célula que orquestó ataques contra civiles israelíes. Sin embargo, estas acusaciones han sido rechazadas por Al-Sharif y por la relatora especial de la ONU sobre la libertad de expresión, Irene Khan, quien defendió su labor como periodista.
El ataque que resultó en la muerte de Al-Sharif y sus colegas ocurrió cerca del Hospital Al-Shifa, donde se encontraban reportando. El director del hospital, Dr. Mohammad Abu Salmiya, confirmó que la tienda de campaña donde estaban marcaba claramente que era un área de prensa. Al Jazeera reportó que otros tres miembros de su equipo también perdieron la vida en el ataque.
La muerte de Al-Sharif ha suscitado condenas internacionales. Grupos de derechos humanos han denunciado un patrón de ataques contra periodistas en Gaza, señalando que desde el inicio del conflicto, 192 periodistas han sido asesinados, de los cuales 184 eran palestinos. A pesar de las críticas, Israel ha mantenido restricciones severas sobre el acceso de periodistas internacionales a Gaza, lo que ha dificultado la cobertura independiente de la situación en la región.