A escasos días de que se celebre la cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin el próximo viernes en Alaska, Europa cierra filas en torno a Ucrania para exigir que cualquier negociación de paz para el futuro del país cuente con la voz y el voto de Kiev y, en ningún caso, se valore el intercambio de territorios, una posibilidad a la que la Casa Blanca se ha abierto en los últimos días.
A propuesta del canciller alemán Friedrich Merz, los líderes europeos mantendrán un encuentro por videoconferencia con el propio Trump para valorar "opciones para ejercer presión sobre Rusia, las posibles negociaciones de paz, las reivindicaciones territoriales y la seguridad", en palabras de Merz. "No podemos aceptar que la seguridad europea siga amenazada por Rusia, y, por tanto, no puede haber paz que rec