China, como antes Venezuela, ha entrado de lleno en el debate político español. Desde que a principios del pasado julio trascendió que el Ministerio del Interior había adjudicado al gigante tecnológico Huawei el almacenamiento digital de las escuchas realizadas en el marco de las investigaciones judiciales, el PP acusa al Gobierno de “poner en riesgo la seguridad de España y sus aliados”.

Pero el contrato, que en realidad es la renovación de uno anterior, también tiene importantes derivadas internacionales, al contribuir a enfriar todavía más la relación con EEUU, ya de por sí muy distante a raíz de lo que Donald Trump considera insuficientes esfuerzos de Pedro Sánchez por aumentar el gasto en defensa. La Administración norteamericana ha hecho llegar al Gobierno español su male

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