El devastador incendio en Tres Cantos que ya ha arrasado al menos 1.500 hectáreas, alcanzó las inmediaciones de Burrolandia, el santuario animal dedicado al cuidado de burros y otros animales rescatados. Las llamas llegaron a rozar parte de las instalaciones, provocando horas de angustia entre voluntarios, vecinos y responsables del centro.

La rápida actuación del equipo permitió evitar lo peor. Gracias a los sistemas de seguridad del refugio, se abrieron las puertas por control remoto y se activó el riego automático, creando una barrera de humedad que impidió que el fuego se propagara hacia las zonas donde se alojan los animales. Las cámaras de vigilancia confirmaron que las naves principales no fueron alcanzadas por las llamas.

A pesar de que la magnitud total de los daños materiales a

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