La presencia del expresidente Juan Manuel Santos en el homenaje póstumo a Miguel Uribe Turbay, celebrado el 11 de agosto en el Capitolio Nacional, ha desatado una fuerte controversia política en Colombia. Santos asistió a la ceremonia en la que se recordó al senador asesinado el 7 de junio, un hecho que ha renovado la preocupación por la violencia política en el país. Sin embargo, su presencia no fue bien recibida por el Centro Democrático, partido fundado por Álvaro Uribe Vélez, quien no pudo asistir debido a su arresto domiciliario.
Gabriel Vallejo, director del Centro Democrático, criticó abiertamente a Santos durante el velorio. En declaraciones a la prensa, Vallejo expresó su descontento, afirmando que no es apropiado que personas vinculadas a casos de corrupción asistan a un tributo a quien el uribismo considera un mártir. "Duele mucho ver que ese determinador de Odebrecht esté visitando la cámara ardiente de Miguel Uribe", comentó Vallejo, refiriéndose a Santos.
La situación se intensificó cuando Álvaro Uribe, desde su arresto domiciliario, lanzó un mensaje en redes sociales acusando a Santos de ser responsable del deterioro del orden público en el país. "No sea hipócrita, que usted le devolvió el narcotráfico y el poder de asesinar a los criminales. No llore por Miguel que usted tiene bastante culpa", escribió Uribe, avivando aún más las tensiones entre ambos expresidentes.
Santos, por su parte, respondió a Uribe a través de la misma plataforma, instándolo a dejar atrás el odio y a dar un ejemplo al país. "Hoy, más que nunca, el país necesita grandeza y ejemplo de ambos", dijo el Nobel de Paz, aunque su llamado a la reconciliación no logró calmar la confrontación.
La polarización política en Colombia se hizo evidente durante la ceremonia, donde se reunieron familiares, amigos y figuras políticas de diversos sectores. Ana Paula Agudelo, primera vicepresidenta del Senado, y Julián David López, presidente de la Cámara de Representantes, hicieron llamados a la justicia y a la unidad frente a la violencia que enfrenta el país.
La ausencia de Uribe y su crítica a Santos reflejan la profunda división política que persiste en Colombia, especialmente en el contexto del asesinato de Miguel Uribe, que ha conmocionado a la nación. La controversia en torno a la presencia de Santos en el homenaje ha puesto de manifiesto las tensiones históricas entre ambos líderes, que se remontan a la firma del Acuerdo de Paz con las Farc.