En un país con una amplia tradición en la producción y consumo de alimentos frescos y elaborados, la vigilancia sanitaria cumple un rol clave para proteger la salud pública . Cada vez que el Ministerio de Salud de la Nación detecta un brote de origen alimentario, se activa una red de investigación e intervención que busca identificar rápidamente la causa, frenar la propagación y alertar a la población.

Estos brotes no solo permiten contener enfermedades potencialmente graves, sino que también revelan fallas en los procesos de producción, distribución o conservación de los alimentos . Por eso, mantenerse informado y adoptar medidas de prevención básicas, como la higiene adecuada o la correcta cocción de los alimentos, es fundamental para reducir el riesgo de contagio.

Uno de los ejemp

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